La puesta a punto, controlar el clima, los últimos arreglos, concentración, sangre fría, un último suspiro. Y a la pista. Los momentos previos a una carrera son de gran tensión e intriga. Aunque la motocicleta te quepa en la bolsa de deporte. Sí, amigos, hoy hablaremos de las motos de MotoGP en miniatura, de un deporte minoritario pero que tiene poco que envidiar a la tecnología y la emoción a la que nos tiene acostumbrados el Mundial de MotoGP.
Conoceremos esta disciplina de la mano de José Luis Angulo, responsable de la modalidad de motos de la Asociación Española de Coches a Radiocontrol. Nos cuenta que las carreras de motos en miniatura -la escala más habitual es la de 1/5– “son muy parecidas a las del Campeonato del Mundo”. Cuesta creerle… Por eso nos lo explica con todo lujo de detalles. Todo empezó a principios de los años 80 como un juego. O mejor dicho, como un juguete. Las primeras motos teledirigidas eran muy rudimentarias. El mando iba atado a la máquina, así que la velocidad era muy reducida. Hasta que se consiguió incluir el control a distancia (la radiofrecuencia) y la cosa mejoró mucho. Con la moto ya liberada, empezaron a disputarse carreras, siendo Alemania, Italia y Francia los países punteros en la materia.
A día de hoy, la tecnología permite disfrutar de campeonatos de gran nivel, con las motos alcanzando velocidades de hasta 100 kilómetros por hora en las rectas. Pesan poco más de 1,5 kilos y su motor está impulsado por baterías, no por combustible. ¿Y por qué decimos que se parece a lo que vemos en MotoGP? “Porque son motos hechas a conciencia, de carbono, aluminio y titanio. Con frenos de disco, horquillas con aceite, reglajes, la parte electrónica, calentadores para las ruedas. Con tumbadas de hasta 70 grados. Todo está hecho a imagen y semejanza de las grandes”. José Luis explica que los modelos de competición pueden alcanzar, entre chasis y motor, los 2.500 euros, lo que viene costando una ‘scooter’ de tamaño natural. Pero no solo por todo lo tecnológico se parecen a las máquinas que pilotan Marc Márquez y Dani Pedrosa. También por la constante puesta a punto “que te permite arañar dos o tres segundos por manga”. Es decir, cuánto mejor la mantengas, mejor resultado te dará.
Queda claro que esto de las minimotos de competición es una mezcla entre mecánica y pilotaje. Para lo segundo, quizás venga a la cabeza lo fácil que resulta controlar cualquier coche teledirigido. Error. Esto es mucho, muchísimo más complicado. Tanto, que según narra José Luis, “muchos terminan por tirar la toalla, porque necesitas mucha concentración y cualquier pequeño despiste te sale muy caro y te manda para casa”. “Se tarda en controlar, pero cuando lo tienes dominado, ya no lo dejas”. A este deporte se han aficionado hombres y mujeres de toda condición y edad, con una sola cosa en común: todos son moteros. Todos tienen su propia moto, lo cual provoca una situación divertida cuando sacan a la pista sus pequeñas motocicletas: las pilotan igual que la grande. “Con los mismos tics, con los mismos errores, con las mismas cosas buenas”.
En España hay unos 25 circuitos pensados para coches y motos de radiocontrol. Suelen tener una longitud cercana a los 350 metros y cada manga dura 10 minutos. Los trazados los gestionan clubs locales que asumen los gastos con las inscripciones y las entradas. “Todo se hace por amor al arte”, concreta José Luis. Los pilotos que no compiten en las distintas mangas se colocan en las curvas del recorrido para devolver a pista las motos accidentadas. “Hay mucho compañerismo y nos echamos una mano en lo que haga falta”. Los accidentes son habituales, ya sea por pasadas de frenada, por abrir el gas demasiado pronto. “Como en la vida misma, pero aquí sin que nadie se vaya al suelo de verdad”.
Cada año, durante el mes de agosto, se celebra el Mundial de Motos de Radiocontrol. Suele acudir gente de todo el planeta, pero sobre todo atrae a aficionados de Europa. Este 2018 le toca a Francia, y si las cosas van bien, el que viene será el turno de España. José Luis será el encargado de montarlo, seguramente en Almussafes, a unos 20 kilómetros al sur de Valencia. Las competiciones suelen empezar un lunes y el domingo siguiente es el día grande con las finales. El calendario español se reduce a dos convocatorias: el Campeonato de España (una sola carrera anual) y la Supercup, con hasta cinco carreras que en este 2018 se disputan entre Madrid, Salamanca, Valladolid y Albacete.
Entre las muchas motos de radiocontrol profesionales pueden encontrarse modelos que emulan los colores de Equipo Repsol Honda. El propio José Luis, que entre otras cosas se dedica a fabricar productos vinculados con este deporte, ha creado una moto igualita a la que usan Márquez y Pedrosa. Seguro que en el circuito no harán los mismos tiempos, pero el espectáculo, en ambos casos, está garantizado.
Foto cabecera: José Luis Angulo