Los neumáticos de nuestra moto son el único contacto que existe entre ella y la superficie por la que circulamos. Además, a diferencia de los coches que cuentan con cuatro ruedas y la zona de apoyo es plana, las motos solo poseen dos y su área de contacto con la vía es curva, para poder inclinarlas debidamente en virajes y maniobras. Por eso la seguridad durante la conducción de una moto depende en gran medida no solo del estado de los neumáticos, sino de sus de sus respectivas presiones, pues en la mayoría de las motos no coincide la del delantero con la del trasero.
Además, el área de contacto de las cubiertas con la superficie por la que circulamos es pequeña, por lo que es fundamental que sus presiones sean las adecuadas. Del mismo modo, deben ajustarse en función del tipo de moto, de la velocidad y del peso total del conjunto con conductor. También hay que considerar añadidos como pueden ser el pasajero, el equipaje y los accesorios homologados de nuestra moto. Al respecto, siempre habrá que tener en cuenta la carga máxima del vehículo que aparece en la ficha técnica y que no se deberá sobrepasar. Para ello deberemos tener en cuenta la suma de los pesos de conductor, pasajero, equipaje y cualquier accesorio que lleve instalado la moto como pueden ser maletas, baúl, defensas, etc.
¿Cuál es la presión adecuada para las ruedas de moto?
Si conducimos nuestra moto con las presiones de los neumáticos incorrectas, podemos llegar a perder el control y sufrir un accidente, por lo que es muy recomendable que no nos despistemos con este importante aspecto.
¿Hay que hacer caso a las presiones recomendadas por los distintos fabricantes de motos? ¿Entonces, cuál es la presión adecuada para neumáticos de moto?
Las presiones más recomendadas por los fabricantes para motos de carretera son de 2,5 kgf/cm2 para el neumático delantero y de 2,9 kgf/cm2 para el trasero. Están pensadas para mantener ritmos altos por vías rápidas y con la carga máxima permitida. Sin embargo, si tenemos idea de utilizar la moto en solitario sin mantener velocidades elevadas con continuidad, podemos jugar con las presiones. Si vamos a insistir con carreteras de muchas curvas y nuestra moto es de cilindrada media o no es excesivamente pesada, sí podremos bajar las presiones hasta 2,3 kgf/cm2 delante y 2,5 kgf/cm2 detrás. De esta manera conseguiremos que el área de apoyo de los neumáticos con el asfalto sea algo mayor y que estos alcancen su temperatura de funcionamiento óptima antes, por lo que su agarre será mayor al inclinar la moto en los virajes y al traccionar en aceleraciones.
¿Debemos cambiar la presión de los neumáticos en invierno y en verano?
No es una cosa imprescindible siempre que mantengamos las presiones correctas. Si es cierto que en verano los neumáticos se calientan más rápido y también es probable que alcancen temperaturas superiores, por lo que permiten que sus presiones sean un poco más bajas. Como se comenta en el texto, las presiones de los neumáticos calientes aumentan entre 0,2 y 0,3 kgf/cm2 con respecto a cuando están fríos, por lo que hay que tener en cuenta este aspecto al verificar sus presiones.
Presión de neumático en rutas y viajes en moto
Si circulamos en moto solos y sin equipaje, podremos circular con las presiones de los neumáticos un poco más bajas de las recomendadas sin apenas cerciorarnos. Otra cosa será si vamos acompañados de pasajero y/o llevamos maletas llenas. Entonces será mucho más fácil que nos demos cuenta de que la presión es inferior a la habitual.
Por este motivo, si la idea es realizar largas rutas o viajes en moto, donde los neumáticos deben aguantar hasta su destino, la mejor opción es subir un par de décimas la presión.
¿Qué ocurre si llevamos las presiones de los neumáticos más bajas de lo recomendado?
Si circulamos con el neumático delantero bajo de presión, percibiremos que la moto se vuelve subviradora o, lo que es lo mismo, que le cuesta ceñirse al interior de las curvas y tiende a salirse hacia el exterior de las curvas trazadas antes de tiempo. También notaremos que cuesta más mover la dirección.
En el caso de que sea el neumático trasero el que tenga la presión baja, la sensación de dificultad a la hora de meterla en los virajes será aún mayor, y costará inclinar la moto y balancearla de un lado a otro entre curvas.
Y ya si las presiones están bajas en los dos, la moto será difícil de conducir y parecerá que va frenada incluso al empujarla sin la ayuda del motor. Del mismo modo, las presiones bajas hacen que los neumáticos se desgasten de manera indebida y que el consumo de gasolina sea superior.
¿Y si llevamos la presión de los neumáticos de la moto más alta?
En el caso de que circulemos con las presiones más altas de las adecuadas, lo más probable es que no tengamos problemas a la hora de gestionar las curvas o de balancear la moto de un lado a otro. Lo que sí percibiremos es que se gestionan peor los baches y otras irregularidades del asfalto y, en definitiva, se pierde confort de marcha, repercutiendo directamente en nuestra comodidad.
Por otro lado hay que tener en cuenta que circular con presiones incorrectas puede provocar un mal desgaste de los neumáticos. En el caso de que estén bajas, los laterales de la banda de rodadura sufrirán más de lo debido y si están altas se desgastarán más rápido por el centro. Además, las presiones bajas repercuten sobre el consumo de gasolina, que aumenta al existir un mayor rozamiento.
¿Cada cuánto tiempo debemos comprobar las presiones de los neumáticos de nuestra moto?
Para curarse en salud, es habitual que en el manual del propietario leamos que las presiones de los neumáticos se deben comprobar antes de cada uso y ajustarlas siempre que sea necesario, pero luego la realidad nos demuestra que no hace falta actuar de este modo si utilizamos nuestra moto a diario o con mucha asiduidad. En este caso con comprobar la presión de las ruedas cada 10 ó 15 días será suficiente. Si la conducimos solo los fines de semana sí que es recomendable echarles un ojo antes de que nos vayamos a poner a sus mandos. Y si los espacios entre un uso y otro son aún mayores, razón de más para que verifiquemos que las presiones son las adecuadas cada vez que vayamos a rodar con ella. No es raro que las ruedas de una moto parada se desinflen más rápido que las de una que se utilice a diario.
¿Cómo podemos medir la presión de las ruedas de nuestra moto?
No todos los que montamos en moto disponemos de un compresor en casa con un manómetro de calidad para verificar las presiones con garantías. Muchos debemos comprobar las presiones en estaciones de servicio o en nuestro taller de confianza. En el caso de hacerlo en gasolineras, muchas veces no resulta fácil realizar la operación, por lo que es recomendable inflarlas con presiones más altas que las recomendadas y luego ajustarlas con un manómetro de nuestra propiedad. Estos instrumentos son de dimensiones contenidas y pesan poco, y su precio puede oscilar entre 10 y 30 €. Los hay analógicos o digitales, y su uso es muy sencillo. Con ellos se pueden disminuir las presiones, pero no se pueden aumentar, así que hay que ser cuidadosos al utilizarlos para no bajarlas más de la cuenta.
Es cierto que en algunas motos el acceso a las válvulas no es sencillo debido al gran diámetro de los discos de freno o al diseño de las llantas. Para facilitar la tarea de comprobar las presiones, es recomendable que montemos válvulas acodadas, cuya orientación hacia los laterales de la moto ayuda a que realicemos la operación de manera más sencilla y fiable. Para que no suponga un desembolso excesivo, podemos aprovechar un cambio de neumáticos para su instalación, lo que será beneficioso también a la hora de pasar la ITV.
¿Cómo se deben medir las presiones de los neumáticos en una moto?
La presión del aire de los neumáticos debe comprobarse y ajustarse siempre en frío o, lo que equivale a decir, cuando su temperatura sea igual a la del ambiente. Si no nos queda más remedio y por algún motivo debemos de verificar las presiones con los neumáticos calientes, siempre deberemos tener en cuenta que en esos momentos estas aumentan entre 0,2 y 0,3 kgf/cm2, por lo que deberemos inflarlas un tanto por encima de las apropiadas.
Una vez cotejadas, también deberemos comprobar si las válvulas no pierden. Podemos hacerlo a oído, aunque es más fiable humedecerlas ligeramente con agua o, en caso de emergencia, con un poco de saliva. Si así detectásemos alguna pérdida, lo más probable es que la detengamos apretando el obús de la válvula con una llave específica. Esta sencilla herramienta ocupa poco y cuesta en torno a 2 o 3 €, por lo que es recomendable tener una. Una solución parecida y aún más simple son unos tapones que en su parte superior incluyen dos pequeñas patillas ideadas igualmente para apretar o aflojar los obuses. Por otro lado, deberemos enroscar bien el correspondiente tapón en cada válvula. Así evitaremos que le entre suciedad y que se produzcan pérdidas de aire por la fuerza centrífuga que debe soportar un obús cuando la rueda gira a alta velocidad.
Actualmente existen motos que incorporan unos sensores en las válvulas que controlan la presión continuamente y que transmiten la información a la pantalla de la instrumentación para que la podamos ver siempre que queramos, incluso en marcha. En el caso de que nuestra moto no disponga de este accesorio, en el mercado también existen sistemas inalámbricos que constan de dos tapones de válvula que incorporan un sensor y una pequeña pantalla LCD que nos informa de las presiones en todo momento. Esta nos avisa cuando están más bajas de lo recomendado y también nos informa cuando existe una pérdida rápida de aire. Estos sistemas son «plug&play», por lo que su instalación es rápida y sencilla.
En el caso de motos más voluminosas y pesadas de tipo maxitrail o Gran Turismo, las podremos bajar algo, pero no más allá de 2,4 kgf/cm2 delante y 2,7 kgf/cm2 detrás. También es cierto que en el caso de circular con una maxitrail por caminos arenosos o húmedos, sí podremos bajar algo más las presiones, pero no nos deberemos olvidar de subirlas cuando volvamos a la carretera. De no hacerlo podremos llegar a destalonar un neumático, con el peligro que ello conlleva. En los maxiscooter podremos bajar hasta 2,2 y 2,5 kgf/cm2 , y si hablamos de scooter de menor cilindrada podremos bajar incluso hasta los 2,0 y 2,2 kgf/cm2. Estas presiones son recomendables siempre que vayamos a circular solos y con poca carga. En caso contrario deberemos inflarlas con más presión y seguir las recomendaciones de cada fabricante.
Si no dispusiéramos del manual del propietario de la moto, podemos guiarnos por las presiones que recomienda el fabricante de los neumáticos, que suelen estar marcadas en los flancos junto al resto de sus características.
¿Son iguales para todas las motos?
Dependiendo de las características de cada moto y del tipo de neumático que utiliza, las presiones de las ruedas recomendadas varían. Si vamos a bajarlas con respecto a las recomendadas debemos hacerlo poco a poco e ir tanteando para comprobar cómo se comporta nuestra moto. Esto es más fácil de lo que parece. Lo que tenemos que tener claro es cuáles son las presiones que recomienda el fabricante de la moto y, a partir de ahí, ir probando.
En el caso de motos de enduro o de cross con neumáticos de tacos con cámara, las presiones recomendadas suelen ser de 1,0 kgf/cm2 en ambas ruedas, que se pueden bajar hasta 0,8 kgf/cm2 e incluso menos en circunstancias de mucho barro y humedad. En condiciones inversas, al circular por superficies secas y rocosas, es bueno aumentar las presiones hasta 1,2 kgf/cm2 para evitar posibles golpes que dañen las llantas. Si vamos a utilizar presiones muy bajas será importante que las llantas estén dotadas con un freno de cubierta como mínimo, conocido como papillón, y así evitar que el neumático gire sobre la llanta y dañe la cámara. Con respecto a las motos de trial, las presiones que se utilizan son muy bajas en busca del mayor agarre posible y teniendo en cuenta que no están ideadas para mantener velocidades máximas elevadas. Para ellas las presiones recomendadas son de 0,4 kgf/cm2 para el neumático delantero y de 0,35 kgf/cm2 para el trasero.
Por otro lado, los neumáticos deportivos que han sido desarrollados para ser utilizados en circuitos de asfalto permiten utilizar presiones por debajo de 2,0 kgf/cm2 debido a que sus carcasas están preparadas para soportar presiones así de bajas. En este caso deberemos guiarnos por las recomendaciones del fabricante de los neumáticos que utilicemos y, al revés que en carretera, el trasero suele inflarse con menos presión que el delantero. Aquí podemos utilizar presiones que rondan los 1,5 kgf/cm2 detrás y 1,9 kgf/cm2 delante.
Un dato interesante al respecto es que en MotoGP se trabaja, bajo reglamento, con unos límites de presión mínima de 1,9 kgf/cm2 para el neumático delantero y de 1,7 kgf/cm2 para el trasero. Estos límites están marcados para evitar que los diferentes equipos bajen las presiones más de lo debido y que esto pueda traducirse en importantes problemas de seguridad para los pilotos. De hecho, en el pasado se llegó a producir algún reventón del neumático trasero a alta velocidad en línea recta, lo que obligó a modificar el reglamento y a realizar verificaciones de presiones aleatorias al finalizar las carreras.