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Tenemos la suerte de que España es uno de los mejores países del mundo para viajar en moto. Además de buenas carreteras y paisajes de todo tipo, todavía disponemos de muchos sitios recónditos y poco poblados en los que es posible “perderse” y alejarse del bullicio de las grandes ciudades. Viajar en moto por estos lugares ayuda a desconectar por un tiempo de nuestras obligaciones más habituales y a salir de la rutina, además de incorporar a nuestra memoria bonitos recuerdos.
Origen de la ruta de los pueblos negros
Una de las rutas en moto más interesantes que podemos realizar por nuestra variopinta geografía es la conocida como la de los Pueblos Negros de Guadalajara, que recorre una buena parte del Parque Natural de la Sierra Norte de la citada provincia. Estos pueblos de origen medieval, y con una ordenación anárquica y asimétrica, deben su nombre a la pizarra de tonos oscuros con la que están construidas la mayoría de las edificaciones que los componen, tanto sus muros como las cubiertas.
Además, están enlazados por estrechas y reviradas carreteras, por lo general en muy buen estado, que permiten disfrutar mucho a los mandos de una moto. Otro gran aliciente de esta zona es que, en el caso de utilizar un modelo de tipo trail para recorrerla, existen bonitas pistas forestales de tierra por las que es posible circular y así darle un toque aventurero a la ruta. Esta serranía de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha es una de las zonas de España con menor densidad demográfica, por lo que incluso en días festivos, se pueden recorrer muchos kilómetros sin coincidir con otras personas.
Los pueblos de arquitectura negra están poco poblados y muchos de ellos no alcanzan los 100 habitantes, aunque también es cierto que sus poblaciones aumentan durante los fines de semana y las épocas de vacaciones debido a que, en la actualidad, muchas de sus edificaciones son utilizadas como segundas viviendas. Al ser pueblos pequeños, los restaurantes tampoco abundan e incluso algunos no abren durante los días laborales de la semana, limitando su actividad a fines de semana y festividades. De ahí que, si pretendemos disfrutar de la gastronomía de la zona durante la ruta, es recomendable informarse de este tema con antelación. El cabrito es una de las especialidades de la comarca y se puede degustar asado, al estilo serrano, o también con un aliño llamado “breve” que se realiza con distintas especias y hierbas aromáticas, y cuya receta se dice que procede de los romanos que habitaron esta zona hace cerca de 2.000 años. Las setas son otro manjar del que se puede disfrutar durante el otoño, así como ricas recetas de corzo o jabalí durante la época de caza que, a grandes rasgos, comprende desde octubre hasta marzo.
Mapa y recorrido de la Ruta de los Pueblos Negros
Al ser una zona situada muy centrada en nuestra península, a ella se puede llegar por distintos sitios, al igual que se puede salir. Por el norte se puede acceder desde Cantalojas, un municipio perteneciente también a la provincia de Guadalajara y en cuyo término municipal se encuentra el hayedo de la Tejera Negra. Desde Atienza, primero por la CM-110 y luego la GU-146, llegamos hasta Cantalojas. Tras atravesar la población y a escasos 3 km, tomamos una amplia pista forestal de unos 23 km que desemboca en Majaelrayo, uno de los pueblos de la comarca de la Arquitectura Negra. Aunque la pista es amplia y, por lo general, se encuentra en buen estado, es aconsejable utilizar una moto de tipo trail para circular por ella.
Desde el sur es posible llegar a los Pueblos Negros desde Guadalajara capital. Aquí debemos comenzar la ruta hacia el norte por las CM-101 y circular por ella unos 40 km hasta Cogolludo. En esta localidad se debe continuar por la GU-143 durante aproximadamente 55 km para llegar a Tamajón y después seguir otros 11 km por la GU-186 que lleva a Campillejo, localidad perteneciente ya a la llamada comarca de los Pueblos Negros de Guadalajara.
Itinerario de la Ruta de los Pueblos Negros de Guadalajara
Ruta Buitrago del Lozoya – Guadalajara (3 h 23 min – 175 km)
Buitrago del Lozoya (M-137) – Montejo de la Sierra (M-137)- La Hiruela (M-137, GU-187, GU-181, GU-194) – Muralla China de Guadalajara (GU-194 y GU-186) – Majaelrayo (GU-186) – El Espinar (GU-186) – Ciudad Encantada de Tamajón (GU-211) – Almiurete (GU-211) – Palancares (GU-211) – Valverde de los Arroyos (GU-211) – Umbralejo (CM-1006) – Veguillas (CM-1001) – Cogolludo (CM-1001) – Fuencemillán (CM-101) – Guadalajara
¿Qué ver y hacer en los Pueblos Negros?
Otro acceso hacia los Pueblos Negros y, en este caso, el que vamos a recomendar, es Buitrago del Lozoya, un municipio del norte de la Comunidad de Madrid situado en el km 74 de la A1, conocida también como carretera de Burgos. Desde la citada localidad madrileña hasta la zona de los Pueblos Negros, la ruta es también muy entretenida y pasa por lugares muy atractivos, como la llamada Muralla China de Guadalajara. Para llegar hasta ella, en Buitrago del Lozoya se debe tomar la M-137 que atraviesa localidades como Prádena del Rincón o Montejo de la Sierra y, tras superar el puerto de La Hiruela y pasar por el pueblo del mismo nombre, debemos circular por la GU-187, GU-181 y GU-194. Esta última comprende la citada Muralla China, una parte muy revirada de la carretera y que incluye un puente sobre el rio Jaramillo, en el que es aconsejable hacer una parada para admirar el paisaje y hacer algunas fotos.
La GU-194 nos lleva de lleno a los Pueblos Negros de Guadalajara y tras cambiar a la GU-185 pasamos por Campillo de Ranas, el primero de estos pueblos. Continuando por la misma carretera llegamos a Majaelrayo, una localidad que se puede decir que se encuentra en un “fondo de saco”, porque en ella se termina el asfalto y comienza la pista forestal que lleva hasta Cantalojas. En Majaelrayo se encuentra el mesón Jabalí, un buen sitio para tomar un café, almorzar o comer.
Tras esa parada, cambiamos de sentido y retomamos la GU-186 hacia el sur hasta Tamajón, pasando entre medias por El Espinar y Campillejo, otras dos localidades caracterizadas por su arquitectura negra. Poco antes de Tamajón, podemos hacer una parada en su Pequeña Ciudad Encantada, una zona constituida por unas formaciones de roca caliza con formas peculiares y variadas. En la citada villa de Tamajón tomamos la GU-211, que nos lleva hacia el norte para adentrarnos de nuevo en la comarca de los Pueblos Negros, y que pasa por Almiruete, Palancares, Valverde de los Arroyos y Umbralejo. Valverde de los Arroyos es considerado el pueblo más bonito de esta singular zona y desde él se vislumbra el pico Ocejón, que con sus 2.048 m es conocido en círculos excursionistas como el “Cervino manchego”. Andando a pie por una senda prácticamente llana y a una media hora desde Valverde, están las Chorreras de Despeñalagua, una consecución de cascadas de agua que suman un total de 120 m y que son dignas de visitar. A la vuelta, en el mismo Valverde de los Arroyos, existe la posibilidad de degustar un sabroso cabrito al horno en el mesón Los Cantos.
Después de comer, la carretera es sinuosa y entretenida hasta Umbralejo, punto en el que tomamos la CM-1006, al principio muy revirada, pero que poco a poco se va estirando y haciendo más rápida hasta llegar a Veguillas. De aquí llegamos a Fuencemillán por la CM-1001, habiendo pasado antes por Cogolludo. Desde este punto, tras circular un tiempo por la amplia y más rápida CM-101, la ruta finaliza en Guadalajara capital.