Rutas en moto por Cantabria, un paraíso para los moteros

No hay duda de que España es un paraíso para disfrutar de las rutas en moto. Desde Madrid o Barcelona, atravesando la península o secretos escondidos como la ruta del silencio, tenemos muchos destinos sugerentes y hay uno que, a buen seguro, no nos va a decepcionar. Este no es otro que Cantabria, una comunidad autónoma limitada al sur por los Picos de Europa y la Cordillera Cantábrica, y al norte por el Mar Cantábrico.

A pesar de ser monoprovincial, la comunidad autónoma de Cantabria es uno los destinos más atractivos para disfrutar de unas buenas vacaciones en moto. Si bien es cierto que su clima acostumbra a ser húmedo, esto contribuye a que sus paisajes montañosos y sus amplios valles posean una incuestionable belleza, debido a que se conservan verdes y espléndidos prácticamente todo el año. Además, en unos pocos kilómetros en esta comunidad del norte de España podemos pasar de disfrutar de una ruta motera espectacular por alguno de sus puertos de montaña a degustar una rica comida junto al mar, o de realizar una ruta trail por una de sus innumerables pistas de tierra a darnos un baño en una de sus más de 90 playas de arena fina.

Por esto Cantabria es considerada como un paraíso para los que montamos en moto, pues comprende carreteras de todo tipo, tanto de montaña, como de costa, y nos permite elegir entre muchos destinos, disfrutando además de una rica y muy variada gastronomía. Aunque la comunidad cántabra puede dar para más, comenzando por el oeste y terminando hacia el este, hemos preparado una ruta de tres días que nos va a permitir conocer una buena parte de esta bonita zona del norte de España, y disfrutar de sus entretenidas carreteras y de sus espectaculares paisajes. 

Ruta Riaño – Potes – San Vicente de la Barquera (106 km)

Para comenzar esta ruta en moto escogemos como punto de partida la localidad leonesa de Riaño, ubicada en la antesala de los Picos de Europa. Desde ahí tomamos la N-621 que asciende hacia el puerto de San Glorio. El primer tramo discurre junto al embalse de Riaño y la carretera, aunque sinuosa, no tiene demasiado desnivel. Sin embrago, a partir de Boca de Huérgano el trazado ya pasa entre montañas y comienza a ascender. Poco antes de llegar a la cima del puerto de San Glorio situada a 1.609 m sobre el nivel del mar, nos adentramos en la Comunidad de Cantabria. Justo ahí parte una pista cementada de baja dificultad que nos acerca hasta el llamado mirador del Oso, desde el que se contempla una de las mejores vistas de los Picos de Europa.

Tras la parada y una vez de vuelta al asfalto, la bajada hacia la localidad de Potes es impresionante y técnica, con muchas curvas de todo tipo. Tanto es así, que, si eres un amante de la conducción y de las carreteras reviradas, puedes efectuar un cambio de sentido en la localidad de La Vega y ascender de nuevo a la cima del puerto por la vertiente cántabra, para luego volver a descender. Entre subir y bajar son casi 40 km extras que bien merecen la pena. El asfalto tiene muy buen agarre y está en unas condiciones adecuadas. Si no el mejor, el puerto de San Glorio es uno de los mejores de España para disfrutar al máximo conduciendo una moto.

Luego queda un tramo de unos 10 km que nos lleva hasta Potes. Este es más sencillo y en su mayoría discurre entre verdes prados típicos de Cantabria. Potes es un pueblo que está en el centro del valle del Liébana y junto a él se localiza el monasterio franciscano de Santo Toribio de Liébana, un monumento nacional que bien merece una visita. Después, continuamos cerca de 40 km por la N-621 hasta Unquera, ya muy cerca de la costa, donde tomamos la N-624 que en menos de un cuarto de hora nos adentra en la igualmente bella localidad costera de San Vicente de la Barquera, un lugar perfecto para comer en uno de sus numerosos restaurantes. A continuación, podemos pasar la tarde en una de las playas pertenecientes al municipio (el Rosal, Merón o Gerra), y posteriormente localizar un sitio para cenar y pernoctar.

Ruta por los Valles Pasiegos hasta Santander (183 km)

Comenzamos de nuevo la ruta motera por Cantabria por una carretera costera que, tras atravesar las turísticas localidades de Comillas y Cóbreces, nos lleva hasta Santillana del Mar y Torrelavega. En esta ciudad tomamos la autovía A-8 y por ella recorremos cerca de 18 km hasta el desvío de Santa María de Cayón. Ya dentro de la comarca de los Valles Pasiegos, ponemos rumbo sur por la CA-142 hasta Llera, donde tomamos la CA-262 para ascender al puerto de la Braguía, cuya cima se encuentra a 712 m sobre el nivel del mar. Comenzamos el descenso y muy pronto nos encontramos con el mirador de la Braguía, un punto que bien merece una parada para contemplar unas increíbles vistas hacia los valles pasiegos.

La CA-262 es una carretera estrecha y revirada, por lo que siempre hay que estar muy atentos a la conducción. Tras bajar el puerto llegamos a Vega de Pas, un lugar muy apropiado para detenernos a tomar un café acompañado de un buen sobao pasiego. Continuamos por la CA-631, una carretera también muy sinuosa que nos lleva hasta adentrarnos en la provincia de Burgos. Tras circular unos kilómetros por la BU-570 giramos a la izquierda para tomar la BU-571 y comenzar el ascenso al Portillo de la Sía, un paso de montaña situado a 1.246 m de altitud y cuya cima prácticamente supone el ingreso de nuevo en la Comunidad de Cantabria.

Descendemos el puerto por su vertiente cántabra hasta tomar la CA-265, una bonita carretera que discurre por el valle de Asón junto al río del mismo nombre, muy conocido por su nacimiento en cascada. Al llegar al pueblo de Arredondo tomamos la CA-261 y en breve comienza el ascenso al puerto de Alisas por una carretera ancha y en buen estado. El descenso hacia la localidad de La Cavada mantiene las mismas características y ahí tomamos la CA-161 hasta Solares, localidad muy próxima a la gran bahía de Santander, donde ya podemos buscar un lugar para comer y después disfrutar dando un paseo por la bella capital cántabra, en la que también podremos cenar y pernoctar.

Santander – Alto del Escudo (115 km)

Comenzamos la jornada deshaciendo parte del camino recorrido durante el final de la jornada anterior hasta llegar a Solares, lugar en el que tomamos la A-8 y luego la N-634 que nos lleva a Pamanes. En este punto nos desviamos por la CA-160 hasta Liérganes para acceder a la CA-260 que más adelante se convierte en CA-643. Esta bonita carretera asciende al portillo de Lunada, para muchos una de las zonas montañosas más espectaculares de Cantabria y de España. Además de ser uno de los puertos cántabros más elevados (1.340 m de altitud), el portillo de Lunada es un paso de la montaña pasiega a Burgos (Comunidad de Castilla y León).

Tras descender el puerto por la BU-572 nos desviamos a la derecha por la BU-570, recorriendo una parte de la ruta del día anterior, pero en sentido inverso para adentrarnos de nuevo en Cantabria y sus Valles Pasiegos por la CA-631 hasta Vega del Pas. A partir de aquí el itinerario continúa por la CA-263 hasta Entrambasmestas, una localidad famosa por su nombre complicado en la que nos desviamos hacia la N-623, una carretera nacional amplia y rápida por la que se asciende al puerto del Escudo, sin lugar a dudas el paso más conocido entre Cantabria y Burgos, pues antiguamente era “obligatorio” para todos aquellos que querían circular entre Cantabria y la zona centro de nuestro país. En el alto del Escudo, situado a 1.011 m sobre el nivel del mar, damos por concluida nuestra estancia en tierras cántabras. Poco más adelante, a escasos 3 km, podemos seguir por la N-623 hacia la capital burgalesa o desviarnos por la N-232 hacia Logroño.